Thursday 23 September 2010

Vos y tu voz

“Vuelves a dormir cuando la noche cierra su pecho y nos olvida”.

            Una noche, ya muy entrada y oscura, olvidaste el pudor que te daba pensarme y te atreviste a dar un suspiro en mi presencia. Una llamada, extraña. No esperaba recibir noticias tuyas a esa hora; sólo vos entendías la necesidad, yo la había olvidado hace tiempo.
Tu voz sonaba tibia, casi melancólica, aunque un poco exhausta, quizá… hace tanto ya que no oía la sonoridad de tus palabras, ese tambaleo en las sílabas que descompone el silencio con una ronca voz y un sarcasmo ideal. Vos sabés que siempre me gustó escucharte y esa noche… esa noche fue única. Balbuceaste timideces, con temor a exponerte una vez más, pero sé que por dentro sonreías por que sabías que yo no me iba a negar, por que un adiós que se elevó en ausencia explota en silencio, sin berrinches ni rencores, tan sólo una lágrima para luego poder perdonar.
            Vos sabías que tu voz sería para mí un veneno, dulce como un amanecer en soledad. Vos y tu voz y después de eso, ya no queda más.   

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