Saturday 20 February 2010

Sindrome de Peter Pan

Esto esta dedicado a Telu (jaja):

Vivir la vida, ¿cómo? Llega tan abruptamente, como un puñetazo en el estomago, como una luz que parpadea y luego se esfuma. Así llega y así se va. Sin que nos demos cuenta la vida nos recorre, nos vive, nos siente. La vida juega con nosotros, como si nosotros fuéramos muñequitos inanimados, desesperados por ser movidos por este sujeto Inamovible que es la vida. Pero todos somos distintos y saboreamos la vida de diferentes maneras: unos quieren correrla, ganar la maratón y sentir la victoria al final del día; otros quieren terminarla de una buena vez, como a un examen o una operación; otros quisieran que ésta nunca acabe, prefieren permanecer por siempre, como el agua, el aire, el fuego y la tierra. Cada uno con su enrollo, cada cual con su manía. Existe, sin embargo, una postura muy particular con respecto a este tema que es la vida. Es un síndrome extraño, aunque no imposible, y quienes lo padecen lo sienten con tanta euforia que los sacude violentamente, marcando una diferencia. Es el síndrome de Peter Pan.

Tuesday 16 February 2010

Ríe, que el tiempo es vida


Una noche, vos y yo, no hay nada. No te olvides, caminamos pecaminosamente. No reces a tu Dios, el no te va a escuchar. Todo esta en tu cabeza. Sos solo vos y ella. ¿Cuándo pensaste que podía entrar? No te apures, nadie te espera… tus pasos se desdibujan, como si caminaras a la orilla del mar y el agua te rozara constantemente, opacando tu pasado. Cerra los ojos, volvé a empezar. El colectivo sigue esperando, la terminal no queda lejos, animate. El tiempo corre, tendrás que ganarle. ¿Por qué lo hiciste? Miraste atrás, detuviste tu marcha. Yo me río de vos, y con cuantas ganas. El tiempo que te falta y las pocas horas que te quedan.

Thursday 4 February 2010

Navity


Pasando el tiempo al aire libre se vive la vida como una campaña de colores que surgen de la luz de tu mirada. Autenticas caricias que solía recibir de vos y que ahora me dejan tirada en el medio de la nada, abandonada, sin siquiera una respuesta a las preguntas más básicas. Como un terremoto que sacude la tierra y ya nada queda de nosotros, es todo tan repentino. Un fin que nos termina por decir la verdad. Vos y yo no estabamos preparados para esto, todo fue una ilusión, un relámpago del cielo que sucumbió con el aura de mi centro espiritual. Fue el fin de la tranquilidad y el comienzo del desgaste continuo. Se fue perdiendo el tiempo en la copa de champagne y me vi subsumida en una burbuja, flotando por el aire de primavera, oliendo a jazmines que eran de otra época, pero que acampaban en la cumbre del tiempo moderno. Y ahora todo sucedió y ya no hay más palabras que decir. El último punto fue colocado y las tildes se adueñaron del crucigrama del dolor. Y el que escribe la hoja, el que plasma la tinta sobre el papel, abandonó su trono de creador sin siquiera saber que eso significaría el fin de los aconteceres. Tu fin fue mi fin, como dos creaciones contingentes que pierden noción de su Todo infinito y se arremeten con furia contra la contingencia pura del amanecer desperdiciado. Tu camino se pierde lejos del mío y mis pies se detienen en el centro de la angosta callejuela para verte por última vez… ¡que andar tan corto y respingado que resultaste tener!