Thursday 23 September 2010

Vos y tu voz

“Vuelves a dormir cuando la noche cierra su pecho y nos olvida”.

            Una noche, ya muy entrada y oscura, olvidaste el pudor que te daba pensarme y te atreviste a dar un suspiro en mi presencia. Una llamada, extraña. No esperaba recibir noticias tuyas a esa hora; sólo vos entendías la necesidad, yo la había olvidado hace tiempo.
Tu voz sonaba tibia, casi melancólica, aunque un poco exhausta, quizá… hace tanto ya que no oía la sonoridad de tus palabras, ese tambaleo en las sílabas que descompone el silencio con una ronca voz y un sarcasmo ideal. Vos sabés que siempre me gustó escucharte y esa noche… esa noche fue única. Balbuceaste timideces, con temor a exponerte una vez más, pero sé que por dentro sonreías por que sabías que yo no me iba a negar, por que un adiós que se elevó en ausencia explota en silencio, sin berrinches ni rencores, tan sólo una lágrima para luego poder perdonar.
            Vos sabías que tu voz sería para mí un veneno, dulce como un amanecer en soledad. Vos y tu voz y después de eso, ya no queda más.   

Friday 10 September 2010

C'est la vie

A veces uno lo intenta y no puede. Otras veces, sin siquiera quererlo, las cosas salen como por arte de magia. El destino nos pone constantemente a prueba, para probar si verdaderamente somos dignos de él. Nadie quiere tropezar, pero es inevitable. Así se aprende. No hay que contar los pasos ni adelantarnos a ellos. Cada cosa viene a su tiempo, y si algo se adelanta, entonces el mundo se cae a pedazos, porque los hilos invisibles que sujetan nuestra realidad no pueden soportar un cambio tan brusco.

Nubes de un cielo que duerme

Estoy perdida en las nubes de un cielo que duerme. No logro comprender cómo es que he llegado, si el vuelo fue por una ráfaga o si las alas de la vida me tumbaron hasta este extremo. Soy una vagabunda sin noción del tiempo. El sol y la luna se mantienen siempre igual, varados extrañamente en un punto distante del vasto universo. ¿Cuándo se moverán, qué será de ellos?
Son como dos espinas constantes que me hincan el alma y zarandean el dolor por todo mi cuerpo. El recuerdo y sus miserias me vuelven a hacer discípula de sus doctrinas. Y entonces vuelo arrastrada fugazmente, coleccionando flores que pinchan en el centro del pecho, produciendo un hueco doloroso y oscuro. A veces intento respirar y el vacío que inunda mis heridas no me deja. Todo se convierte en un surtido de imágenes, en donde vos y yo sabemos poco de este arte. Y con el soplo de una brisa, de una pequeña brisa, vuelve el aroma de tu sangre a invadir mi mente y mi cuerpo.
Debí aprender a olvidar… pero ese es un juego al que no se jugar. Nunca me enseñaron que el amor era tan irrefrenable; una vez que se tropieza con él, volver a levantarse arde en los pulmones como el fuego.
Vos te vas igual, aunque yo cante tan triste y perdida. Y un día se acabó, ¿ya se acabó? Y es el mundo que gira y me dice que todo fue tan irreal… tan irreal como el tiempo que pasa y no perdona deseos. Y vos te volves con el sobre lleno, contento porque hay vida en vos, más que antes. Yo, en cambio, quedo abandonada, sin rumbo y vengo a volar en nubes que no conocen mi piel. A veces salto y me acuño en un borde, pero ya todo es lo mismo. Llueve y vos no estas allí, ¿a dónde te habrás ido?

Saturday 4 September 2010

Volveremos a vernos

Este poema es para mi abuelo, que se despidió de nosotros una tarde negra.


Volveremos a ver el rostro que se ha ido
Cuando ya los rostros no existan,
En aquella tierra lejana
Que se promete y renueva, aunque antigua,
Para los hombres que tienen fe.

Volveremos a sentir el alma
Que un día quiso irse
De manera abrupta y sin razón.

Así, los años contarán historias,
La tinta marcará el papel,
El cielo oscurecerá en el vientre
Y todos nos iremos a Babel.

Volveremos a verte, algún día,
Aunque el día aún no quiera ser.
Y si Dios así lo quiso,
Así lo hizo y esta bien.

Volveremos, alma,
Volveremos…
Volveremos al fin de los tiempos,
Volveremos, te lo digo, a verte bien.

Alma, tu momento ha llegado
Y juntos esperamos tu nuevo nacer.
Un adiós sin respuesta
Se eleva en el aire
Y se esfuma…
Volveremos a vernos, alma,
En el Edén.