Sunday 30 August 2009

Ese susurro que llamo música

La música suena y se filtra. Melodía somnífera, apaciguadora; un tan-tan que produce melancolía. Música para el alma y no solo para el cuerpo. Arropa armónicamente, esfuma lo catastrófico. Todo se torna tan blanco, tan puro… El sol brilla al ras del horizonte: el atardecer se desdibuja lentamente y las sombras crecen. El mundo de las tinieblas se apodera del vasto universo y la música sigue sonando. Todo acaba, menos la melodía avasallante. Algunos la sienten, otros no. Cerrar los ojos o mantenerlos abiertos: no hay diferencia. La música borra los límites y el éxtasis es embriagador. Cuantas cosas que no vemos, cuantos errores cometemos, cuanto dolor causamos… ser uno o ser el otro, vivir el sueño o dormir la vida. Que fracaso de apariencias que somos.
¿Alguien escucha?
Tan-tan, tun-tun, el piano, la flauta, la brisa, el mar…
¿Alguien entiende?
¿Vos, entendes?
Me lanzo como un toro enfurecido a afirmar que somos pocos los que logramos percibir ese susurro que es la vida. Esa melodía suena sin cesar y se inmiscuye incesantemente, una y otra vez. Pero faltan oídos, faltan receptores capaces de entender, de sentir esa brisa perspicaz y ágil. Ausentan almas que se permitan dejarse llevar por los lazos invisibles de la sinfonía y no sólo soltarse amablemente a su merced, sino, permitir que esta los manipule y haga con ellos quien sabe qué. Solo una vez… y todo cambia. Es un respirar hondo y todo sucede. Como un abrir y cerrar de ojos, la diferencia es que esto es trascendental. Una vez que te lleva, no se puede volver. Pero tampoco se quiere.
Descansa en paz el alma y el cuerpo y la vida se vuelve un abanico de oportunidades. Sólo se tiene que seguir la música, encontrarla, aún en lo más hondo y entenderla.
Uno, dos, tres… ¿la escuchaste?

Saturday 29 August 2009

Nunca digas que nos conocemos

"Y todo eso de golpe crecía y era una múscia atroz, era más que el silencio afelpado de las casas en orden de sus parientes intachables, en mitad de la confusión donde el pasado era incapaz de encontrar un botón de camisa y el presente se afeitaba con pedazos de vidrio a falta de una navaja enterrada en alguna maceta, en mtiad de un tiempo que se abría como una veleta a cualquier viento, un hombre respiraba hasta no poder más, se sentía vivir hasta el delirio en el acto mismo de contemplar la confusión que lo rodeaba y preguntarse si algo de eso tenía sentido."

"Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

"-Tenés razón- acababa confesando Oliveira-. Soy un incurable, che. Hablar de despertarse cuando por fin se está bien así dormido."

"Y decíamos que el homo sapiens no busca la puerta para entrar en el reino milenario (aunque no estaría nada mal, nada mal realmente) sino solamente para poder cerrarla a su espalda y menear el culo como un perro contento sabiendo que el zapato de la puta vida se quedó atrás, reventándose contra la puerta cerrada."

Julio Cortázar - Rayuela

Wednesday 26 August 2009

Será que somos inhumanos

¿Qué está pasando con nosotros? ¿acaso somos tan inútiles como para no entender que somos la razón de muchas de las atrocidades que suceden? ¿Por qué somos tan crueles con nuestros prójimos y sólo nos valemos por nosotros mismos? ¿acaso llegó el momento en que nos podemos designar como inhumanos?

Esas cuestiones me rumiaban por la mente mientras estaba sentada en un banco, aspirando suavemente el humo inerte de mi cigarrillo. Mis pensamientos daban vueltas y se detenían, examinando rigurosamente, descartando y alabando conclusiones extrañas pero a la vez posibles… y todo esto sucedía a la par de la ciudad y de su vida. Mientras un hombre paseaba los perros y maldecía su destino acarreando, con todas sus fuerzas, a las indómitas bestias, yo me enfurecía por el niño callejero que caminaba arrastrando los pies e intentaba conmover, con su mirada desolada, a cualquiera que fuese capas de tirarle una moneda entres sus dedos. Así también, algunos remaban por el río y otros corrían, intentando alcanzar su meta, y yo pretendía encontrar una respuesta, saber la razón, el porqué del niño y su estado… ¿por qué? Y entonces pensaba, “que gracia me da esto”. Darme cuenta que uno puede estar al borde del abismo, inmersa en las grandes cuestiones, arrancándose el alma de la desesperación, con tal de darle la vuelta al asunto y otros… los otros siguen con su rumbo… el mundo sigue girando, indiscriminadamente, y a nadie le importa el resto. Que gracia me da (por no decir que bronca) que todos seamos tan ignorantes como para no darnos cuenta que el maldito hombre que esta a nuestro lado sufre y ¡con razón! si esta vida lo ha sacudido injustamente, obligándolo a mendigar por las calles y nosotros… nosotros que nos abstenemos a ponernos serios y a ignorar, sí, a ignorar su cara, su mirada invadida por la tristeza y la desdicha.
Por eso a veces siento este cosquilleo desgarrador, ¿es que acaso nadie entiende? Si es tan fácil… es solo cuestión de abrir los ojos y ver, ver más allá de uno mismo, sorprenderse por la cotidianeidad de las cosas, amargarse por entender que la angustia no es sólo mía, sino de todos. La diferencia es que yo le di cabida y ellos… ellos la absorbieron como algo más que ha de suceder, porque ¿cómo? ¿esto no fue siempre así? Eso es lo que pasa, todos miran como un ciego cuando les conviene y cuando no, ¡que abiertos que están los ojos y con cuanta luz pueden ver!
Y el mundo sigue siendo igual de gris, tanto como antes o quizás peor… y nosotros seguimos igual, aspirando la desgracia, como si fuese el humo de mi cigarrillo, y nos regocijamos del inmenso placer que eso nos da.

Tuesday 25 August 2009

Agua salada


Muchas veces me sorprendí
al encontrarte esperándome,
con tu mirada acrisolada
la vida es frágil,
vos lo sabes,
¿Qué haces jugando con ella?


El humo retumba en mis parpados,
la ciudad quiere escribir una historia,
una historia que cuenta jirones
en donde todo termina de la cabeza.

Y el agua se hace música.
mientras las palabras bailotean en el aire,
en mis oídos retruenan los acordes gélidos
y me pregunto
¿Qué es esto que sucede?

El tiempo cuenta los segundos al revés
pero todo es tan normal
nadie se percata de la insensatez
¿Será que las vueltas las doy yo?

Entonces escucho que repites mi nombre
una y otra vez, tus labios no se detienen
llegó el momento en que veas
que el agua está salada
para que entiendas que vivimos
sin siquiera respirar.


Thursday 13 August 2009

Así sucede


Cuando ruge el mar,
Cuando el viento hiela,
Cuando mis ojos lloran,
¿Sientes algo de esto?

Crees vivir, pero no es así
Sólo te aproximas,
Es repentino, pero no lo entiendes.
Tu razón arruina tu instinto
Y la negrura de tu alma opaca la noche.

Intentas acallar tus latidos, que se enfurecen bruscamente
Lo intentas, pero ellos susurran más fuerte.
El silencio te habla y es tan simple
La vida es la historia que cada uno elige.

El miedo se apoderó de tu mirada,
La astucia, ofendida, te abandonó.
Era tu momento y lo perdiste
Eres cobarde,
Porque no te atreviste,
Y el destino se embriagó de risa al mirarte.

Y es lo mismo,
Ahora que ya sabes como me siento.
No puedo querer lo que ayer no tuve,
No puedo desear lo que hoy me falta.
Abriste tus alas en un mal momento,
Soltaste mi mano cuando más te necesitaba.

Ahora vuelas,
Y cuando ruge el mar
O hiela el viento
O lloro yo
¿Quién lo siente?