Thursday 3 November 2011

Los que miran


No sé cómo llegamos acá. Cuando desperté simplemente estábamos aquí, apartados. Ellos tenían miedo, más que nosotros (aunque no puedo decir que yo tenía miedo, en realidad, apenas entendía qué estaba pasando). Todos se miraban entre sí, como amenazándose brutalmente. Yo miraba confundida y azorada, ¿qué querían estos locos que se paraban enfrente nuestro de aquella manera? ¿Y si de una momento a otro, por algún extraño capricho, me doy media vuelta y me voy? ¿Qué harían? ¿Saltar salvajemente encima mío? Creo, al fin y al cabo, que todos nosotros estamos disparatadamente locos, no sería justo tildarlos sólo a ellos de poco cuerdos.
Si pudieran ver, bah, que ver, si pudieran vivir esta escena como yo lo estoy haciendo, seguramente más de uno estallaría en carcajadas sin poder creer lo insólito de esta situación.
Nos miramos fijamente. Nadie se mueve. Todos inmóviles. Cuesta creerlo, pero es así, ¿para qué te voy a mentir?
            Parece que estamos ante el fin del mundo. Ahora yo tampoco puedo apartar la mirada de ellos. Los miro intensamente, como devorándomelos. El silencio recorre mis venas y poco a poco me aparta de mí misma. Pierdo el control de mi cuerpo como una marioneta; ya no me puedo mover, apenas respiro. Lentamente mis pensamientos dejan de pertenecerme. Es un vacío interno, es frío, es un vacío…
           
Un ojo, y el vientre, y una mirada que me recorre y me inquieta. El sol con el grito de la humanidad, la razón que persigue infatigablemente. El aire del mar y su sal conmovedora. La eternidad costumbrista, la inmensidad de la luna. La asquerosa sensación de no saber por dónde ir, ni a dónde ir. Sentirse perdido en el centro de nuestra alma. Correr caminando. Saber que nunca llegaremos a ningún lugar. Agitarse inmóvilmente, y todos los mente que carcomen el cerebro de las personas pensantes. Un relámpago que atraviesa la pared y nos impacta con su extrema oscuridad. Y las incongruencias de la vida que nos abruman sin que nos demos cuenta. La razón perdida ya no nos persigue, se vuelve insensatez y se esfuma.

Se acaba el tiempo.

Y, de repente, abrí los ojos. Los de enfrente ya no nos miraban y yo ya no los miraba a ellos. Todo eso se había acabado. Nunca entendí cómo ni por qué. Quizás algún día todo vuelva a suceder, o quizás no. No viene al caso. Como dije, el tiempo se acabó. No quiero despertar… en todo caso, no querría haber despertado jamás.

Monday 12 September 2011

Recorriéndonos


Cuántas veces sentimos que la vida se nos va por entre las manos, que no hacemos lo que realmente queremos, que la vida nos avasalla con su ritmo exorbitante; nunca hay tiempo para darnos tiempo a nosotros mismos, ¿cómo encontrarnos en esta habitación tan grande? A veces pienso que nunca llegaremos a conocernos plenamente, que el misterio más profundo de nuestro ser jamás será develado. La oscuridad nos pisa los talones, nos persigue riéndose de nosotros y promete nunca detener su acción roedora. ¿Y si yo quiero darle luz a todo esto que somos nosotros? ¿Si yo quiero conocerme, entenderme, y, quizás, amarme? ¿Cómo hago? ¿Podré? ¿Podrá alguno?
            Y me quedo callada cuando entiendo que no sé en qué consiste todo esto, no sé ni cómo ni dónde empezar, quiero encontrar luz, pero sólo encuentro más oscuridad. ¿Qué nos lleva a actuar de la manera en que lo hacemos? ¿Por qué elegimos ciertas cosas y no otras? Serán las circunstancias, el momento, el día, la tristeza, la alegría, el dolor, la verdad, la mentira. No sé, a veces creemos que nuestros valores son los que realmente valen la pena, pero ¿quién nos da esa certeza? Estamos tan convencidos de que todas nuestras creencias son las verdaderas, hasta que un día sucede algo y todo aquello que sosteníamos como único e indiscutible es derribado de ese podio en el que lo habíamos ubicado. Todo nuestro mundo se da vuelta, nos sentimos apresados en el miedo, en la inseguridad, queremos gritar porque ya no sabemos qué más hacer.
Damos ese grito finalmente, con lágrimas en los ojos, enervados porque ya no entendemos nada y tampoco queremos hacerlo. Vagamos por la vida ensimismados, con un halo de dejadez, intentando encontrar nuestro centro, nuestra esencia. Queremos seguir creyendo esa mentira que siempre creímos: que nos conocíamos a nosotros mismos, que sabíamos quiénes éramos, que sabemos qué queremos ser.

¿Quién te dijo, pibe, que eso era verdad?

Nadie, nadie nunca te certificó nada. Seguimos en la misma de antes; en el medio de la nada, sentados al lado de nosotros mismos sin poder hablarnos, sin siquiera poder mirarnos, pero llenos de curiosidad, muriéndonos de ganas de voltear la cara y descubrir quién es ese que está a nuestro lado. Pero, cuando lo hacemos, ¿qué crees que sucede? Simplemente te das cuenta que ya no hay nadie allí, que volteaste el rostro muy tarde y estás sólo, en una habitación espejada, con mil ojos que te miran sin realmente verte. Vos te mirás, pero no te encontrás, ese espejo te engaña porque no refleja tu rostro, sino aquello que algún día quisieras ser. Mirate, querido, no te pierdas este show; vos sabés bailar muy bien. 

Wednesday 17 August 2011

Destinados a la vida


Te fuiste dibujando en mi horizonte de una manera suave e imperceptible. Yo venía embargada en no sé que historias, alterada, decepcionada e iracunda. Vos estabas parado allí, desde hace tiempo, sin siquiera que yo te perciba. Vos tampoco me percibías a mí. Éramos dos almas que caminábamos de la mano sin mirarnos; lado a lado sin sentirnos. El destino misterioso nos tocó de improviso para poder corretear como un niño travieso en nuestras vidas. Cada cual buscaba algo, yo quería olvidar y vos, no sé que querías, pero algo entramabas desde hace tiempo. Zigzagueantemente nos encontramos a la vuelta de nuestros deseos, perdidos en el medio de un bosque oscuro que nos helaba. Nos reconocimos, pero aún ignorábamos que hace tiempo ya que andábamos la vida tomados de la mano. Es que dos personas que buscan sin encontrar, abrazan la respuesta que primero quiso hacerse ver. Mutuamente fuimos nuestras respuestas.
            Cuando entendimos por fin que el destino nos llevaba de la mano, nos sujetamos más fuertemente para comenzar el viaje desquiciado de la pasión. Nos ahogamos en la alegría momentánea, alejándonos de la realidad para descubrir el intenso sabor de la locura acompañada. Las voces silenciosas del mundo revoloteaban a nuestras espaldas matizando nuestro andar.  Pero un día tu mano comenzó a soltarse de la mía, como si ya no reconocieses en mí eso que antes tanto te había gustado. Y sin saberlo, me quedé sentada en la estación, anhelando que el tren al cual te habías subido volviese lo antes posible. Esperar es largo y agotador, y yo esperaba en vano.
            Nunca quise dejarte ir, pero la historia se quiso contar de otra manera. El destino es dueño de si mismo y él quiso corretear a nuestro lado para llevarte consigo en aquél tren. Vos te fuiste con él, aventureros ambos y dispuestos a conquistar lo desconocido. Yo aprendí a olvidarte, sin quererlo, y mi memoria se fue desprendiendo de a poco de tus miradas, de tus caricias. Abandoné la estación, ya no quise encontrarme más allí, sentada, esperando. Aunque reconozco que alguna que otra vez vuelvo a espiar por la puerta, esperanzada. Yo no sé que querrá el destino, tan pícaro y malévolo con los que gusta… pero cuando ese tren vuelva, si es que vuelve, yo estaré esperando para, de un zarpazo, alejar a ese maloliente y desenfrenado destino errado de mi historia. Vos harás lo que quieras, nadie te obliga a ser lo que antes eras; yo solo quiero patear grotescamente al destino y desquitarme por haberme robado lo que una vez me dio. Pero la vida es así, te da y te quita sin pedirte permiso ni pedirte perdón. Es hora de que aprendamos que nada es para siempre, las cosas deben ser soltadas en su justo momento, ni más ni menos. Yo aprendí (¿aprendí realmente?) a la fuerza. 

Monday 15 August 2011

Navegando a mar abierto


            A veces pasa, de una día para el otro el mundo se nos da vuelta y ya no sabemos nada acerca de nosotros. Como un remolino nos enroscamos en el devenir de la vida y nos ahogamos en las mareas salvajes de la tempestad. No tenemos de donde aferrarnos, navegamos asustados, alterados, no podemos detener aquello que nos embistió. Pensamos que tan pronto cese el desquicio vamos a cambiar nuestras vidas, a tomar un rumbo diferente, pero luego olvidamos todas las promesas que hacemos y seguimos estancados en las mismas miserias de siempre. Así es la vida, tan inesperada que nos deja boquiabiertos con cada nueva dirección que toma. Y uno nunca esta preparado para hacerle frente, siempre carecerá de las herramientas necesarias para poder protegerse del dolor, de la tristezas, de la angustia, de la locura, de la soledad y aún incluso de la felicidad. Aprendimos a leer y a escribir, sí, y qué tan felices nos hizo aquello, pero jamás nos enseñaron a navegar por el río escandaloso de la vida. Y cuando creemos encontrar el secreto, ¡saz!, de un zarpaso el destino nos lo quita, lo vuelve inválido. 

Sueño


Me dijiste que nada de eso importaba, que todo sería diferente. Sin embargo, acá estamos, vos y yo, sentados esperando que el tiempo borre las lágrimas. Tu mano se sentía tan áspera, tan lejos, pero igual a mí me gustaba sujetarla; sentirte cerca. Me miraste a los ojos y me perdiste en todas tus mentiras que estaban envueltas en el silencio opaco de la noche. Todos nos miraban porque parecíamos de otra época, de otro lado, de otra dimensión. Pero tuvo que volver… hizo falta su voz, únicamente, para que despertaras. Tenías que irte con ella, aunque me prometiste que no la volverías a ver. Soltaste mi mano y me dijiste “no es nada, no es nada”, pero ahora sólo recuerdo tu figura caminando hacia allí. Y yo me volví sola, en ese tren destartalado, con miedo a entender lo que realmente había pasado. Y a la vuelta de la esquina de mi casa un camión me esperaba con impaciencia. Era la hora de entrar a saquear y faltaba yo, que nada tenía que ver con nada.
            Y luego, al despertar, la miseria. Miedo y tristeza a la vez. Tan vívido, tan vívido. Ojala pudiera volver a tocar tu mano de aquella manera. 

Caos Monótono


Quiero romper los límites, salirme de esta monotonía. Quiero ser libre, ¡quiero sentirme libre! No quiero que mi racionalidad me oprima, que me encierre injustamente en este cartón cuadrado. Quiero vivir, como si la vida fuera una locura insaciable, donde innumerables puertas se abren y nos dejan ver la luz que antes no veíamos. Quiero ser otra cosa… sentir el placer fulgurante de lo desconocido. Arrojarme a la incertidumbre como a una pileta llena de oportunidades.
Una y otra vez puedo ver la puerta que se abre y me invita… Yo la miro- todos la miramos ¿no es así?- pero no sé cómo hacer, cómo llegar. El primer paso es un precipicio. Mis pies tocan el borde rozando la desgracia de la caída. Pienso cómo hacer. Pero, ¡no! Esa voz racional nuevamente se apodera de mí y entonces, entonces la puerta se cierra y desaparece… la luz se opaca. La rutina me arrastra como a Héctor, el héroe Troyano que inertemente se deja manipular por la soga que sujeta sus pies. La tierra en la cara me lastima, como a él, los golpes se ríen de mí. Todo es otra vez como siempre fue.
Hasta que un día lo entendí. Yo soy mi propia condena. 

El aire de la soledad


Por fin pasó. Tenía que pasar. No se puede parar el transcurso del tiempo… una vez que empieza el conteo, la arena cae por la rendija. Sólo podemos mirar y esperar. Y cuando pasa, ya pasó y todos pretenden que nos sea fácil cerrar una etapa. Todos te miran desde afuera, abren sus ojos como dos globos y sienten pena por vos.
            Se construye una puerta de cristal… yo la llamo tiempo y mar. Te puedo ver desde tan lejos, pero ¿vos me ves a mí? Era de esperarse, yo fui un momento pasajero sin etiqueta de valor. Camina rápido, así te pierdo, que es más fácil ser feliz si no te escucho. Y en un año ¿quién me asegura tu vuelta? Y aunque vuelvas, ¿qué será de vos? ¿y de mí? ¿seremos lo mismo de antes? ¿querremos lo que hoy no podemos tener? Se dibuja el tablero en el cielo y los dados los tira el destino. Se ríe porque sabe que el azar juega con nosotros y que vos te alejas de la realidad. ¡Corre, por favor! Todavía tenes tiempo.
            Hoy siento un vacío profundo, mañana ya no sé qué será. Quizás me convierta en Cleopatra y me ponga a tocar un Jazz. Soy libre en la tierra del olvido, en esa patria que no es casa sin vos. 

Friday 1 October 2010

Los desquiciados

Y a veces parece que todo es un juego. La vida pende de un hilo, tan frágil, tan corto… Una vuelta a la manzana y siete veces el alma se nos va del cuerpo; ya no quiere ver más, ya no quiere entender, ¡todo es tan oscuro! Las noches se vuelven enigmas, ¿volveremos hoy a dormir a casa? Quién sabe…
            Nosotros salíamos para divertirnos, ellos, los desquiciados, quisieron divertirse también. Entonces sucede algo abrupto que nos deja en pánico... es como si siempre nos hubiesen estado esperando, allí, en el rincón de la muerte, para abrigarnos con sus tapados diabólicos, macabros. Uno, que suele venir distraído pensando en la risa de su amigo que le festejó el chiste hasta hace un momento y anhela perderse en lo onírico y volar, de repente se olvida hasta de su nombre, porque ya no sabe qué ocurrirá. Una vuelta a la manzana, se los dije, y el alma se nos va.
            Tu nombre y apellido, qué tan poco les pueden importar, solo quieren más crueldad. Son devotos de Santo Diablo y a él te quieren entregar. Absorben tu sangre, la liquidan… uno más para despachar.
            ¿Qué satisfacción, Dios, reciben estos desquiciados? Santo Diablo los pudre, los envenena, los corrompe, y ellos, como tuertos pusilánimes se dejan manipular.
            Los jóvenes que bien se acuerdan de tu voz, se agitan embravecidos sin poder entender por qué la humanidad alimenta seres tan repugnantes, asquerosos, como ellos, que un día te hicieron desaparecer. Pero, claro, ellos se ríen mientras pitan un cigarrillo (el humo los asfixia y no los deja pensar); nosotros flaqueamos porque te robaron tus sueños y ya no estás más. Welcome to the jungle, dijo alguien alguna vez, bienvenidos al Infierno Argentino, digo yo, porque así es.

Thursday 23 September 2010

Vos y tu voz

“Vuelves a dormir cuando la noche cierra su pecho y nos olvida”.

            Una noche, ya muy entrada y oscura, olvidaste el pudor que te daba pensarme y te atreviste a dar un suspiro en mi presencia. Una llamada, extraña. No esperaba recibir noticias tuyas a esa hora; sólo vos entendías la necesidad, yo la había olvidado hace tiempo.
Tu voz sonaba tibia, casi melancólica, aunque un poco exhausta, quizá… hace tanto ya que no oía la sonoridad de tus palabras, ese tambaleo en las sílabas que descompone el silencio con una ronca voz y un sarcasmo ideal. Vos sabés que siempre me gustó escucharte y esa noche… esa noche fue única. Balbuceaste timideces, con temor a exponerte una vez más, pero sé que por dentro sonreías por que sabías que yo no me iba a negar, por que un adiós que se elevó en ausencia explota en silencio, sin berrinches ni rencores, tan sólo una lágrima para luego poder perdonar.
            Vos sabías que tu voz sería para mí un veneno, dulce como un amanecer en soledad. Vos y tu voz y después de eso, ya no queda más.   

Friday 10 September 2010

C'est la vie

A veces uno lo intenta y no puede. Otras veces, sin siquiera quererlo, las cosas salen como por arte de magia. El destino nos pone constantemente a prueba, para probar si verdaderamente somos dignos de él. Nadie quiere tropezar, pero es inevitable. Así se aprende. No hay que contar los pasos ni adelantarnos a ellos. Cada cosa viene a su tiempo, y si algo se adelanta, entonces el mundo se cae a pedazos, porque los hilos invisibles que sujetan nuestra realidad no pueden soportar un cambio tan brusco.

Nubes de un cielo que duerme

Estoy perdida en las nubes de un cielo que duerme. No logro comprender cómo es que he llegado, si el vuelo fue por una ráfaga o si las alas de la vida me tumbaron hasta este extremo. Soy una vagabunda sin noción del tiempo. El sol y la luna se mantienen siempre igual, varados extrañamente en un punto distante del vasto universo. ¿Cuándo se moverán, qué será de ellos?
Son como dos espinas constantes que me hincan el alma y zarandean el dolor por todo mi cuerpo. El recuerdo y sus miserias me vuelven a hacer discípula de sus doctrinas. Y entonces vuelo arrastrada fugazmente, coleccionando flores que pinchan en el centro del pecho, produciendo un hueco doloroso y oscuro. A veces intento respirar y el vacío que inunda mis heridas no me deja. Todo se convierte en un surtido de imágenes, en donde vos y yo sabemos poco de este arte. Y con el soplo de una brisa, de una pequeña brisa, vuelve el aroma de tu sangre a invadir mi mente y mi cuerpo.
Debí aprender a olvidar… pero ese es un juego al que no se jugar. Nunca me enseñaron que el amor era tan irrefrenable; una vez que se tropieza con él, volver a levantarse arde en los pulmones como el fuego.
Vos te vas igual, aunque yo cante tan triste y perdida. Y un día se acabó, ¿ya se acabó? Y es el mundo que gira y me dice que todo fue tan irreal… tan irreal como el tiempo que pasa y no perdona deseos. Y vos te volves con el sobre lleno, contento porque hay vida en vos, más que antes. Yo, en cambio, quedo abandonada, sin rumbo y vengo a volar en nubes que no conocen mi piel. A veces salto y me acuño en un borde, pero ya todo es lo mismo. Llueve y vos no estas allí, ¿a dónde te habrás ido?

Saturday 4 September 2010

Volveremos a vernos

Este poema es para mi abuelo, que se despidió de nosotros una tarde negra.


Volveremos a ver el rostro que se ha ido
Cuando ya los rostros no existan,
En aquella tierra lejana
Que se promete y renueva, aunque antigua,
Para los hombres que tienen fe.

Volveremos a sentir el alma
Que un día quiso irse
De manera abrupta y sin razón.

Así, los años contarán historias,
La tinta marcará el papel,
El cielo oscurecerá en el vientre
Y todos nos iremos a Babel.

Volveremos a verte, algún día,
Aunque el día aún no quiera ser.
Y si Dios así lo quiso,
Así lo hizo y esta bien.

Volveremos, alma,
Volveremos…
Volveremos al fin de los tiempos,
Volveremos, te lo digo, a verte bien.

Alma, tu momento ha llegado
Y juntos esperamos tu nuevo nacer.
Un adiós sin respuesta
Se eleva en el aire
Y se esfuma…
Volveremos a vernos, alma,
En el Edén.

Monday 16 August 2010

Cuento viejo

El aire destartalado consumió
esa voz que siempre fue tan tuya;
y como una melodía
se fue gastando tu originalidad.
Ya eres cuento viejo,
en esta loca ciudad.
No hay espejos que te vean,
ni sonrisas que te encuentren,
solo queda ese aroma
a viejo despertar.

Y no te lamentes,
si cuando vuelves,
no hay lógica ni azar;
todo es tan ambiguo,
quizá algún día te encontrarás.

De a poco la lluvia esconde,
esconde todo aquello que quiso regresar.
Turbulenta lluvia y un adiós
que se olvido de rescatar.
Y cuando vuelva a caer la tormenta
allí estará de nuevo,
abriendo el cielo y cantando
que el cuento viejo quiso despertar.
Pero tú ya sabes cuento viejo
Eso era el final.

Sólo digo que ya eres cuento viejo
en esta loca ciudad.
Y cuando un cuento es viejo
se termina.
Ya no hay vuelta atrás.

Thursday 12 August 2010

Rostros desconocidos

Entre tantos rostros desconocidos no me encuentro. Vuelo entre experiencias que no comparto, saboreo el tibio y frágil sentimiento de no ser conocida, de volver a empezar, de ser otra desde todo aquello que fui y que ya no importa. Los amigos, tan importantes para llegar a la cima de la pertenencia, se resbalan por mis dedos como agua y de pronto ya no sé si el rostro que recuerdo pertenece a ésta o aquélla situación. Recuerdo risas y abrazos y días nublados con dulce de leche… hay veces que ya ni eso recuerdo y todo es una nube gris que revolotea por mi cabeza. No es triste, más bien diferente, nuevo. Es como querer saltar de nube en nube sin antes haber aprendido a volar. Pero los rostros desconocidos bailotean como humo frente a mí y poco a poco van adquiriendo ese entusiasmo y placer que provoca el reconocimiento. Ya no son figuras, son nombres, nombres con personalidad y carácter; almas formadas lejos de mí, pero que hoy la vida trajo a mi lado para compartir un par de pasos en este camino a libro abierto.
-Señor, ¿usted sabe llegar al monte del perdón? Hace rato que cargo con esta mochila y la quiero despachar…
-No, disculpe señorita, pero no he andado por esos prados aún; aunque escuché que acá a la vuelta del edificio de la experiencia vive un hombre bastante sabio que conoce casi todo el barranco del camino de la vida. Quizás él pueda ayudarla.
Y un gracias se resbala de mi boca, casi sin pensarlo. El edificio de experiencia y otro extraño más que, quizás, pueda ayudarme o, quizás, sea otra pérdida de tiempo como los lapsos vacíos de contenido. Yo no sabré llegar sola allí arriba, pero ¿qué tan difícil puede ser cargar con mi mochila, sola, si yo fui la que la llene de incongruencias antes de empezar el viaje?
Y el vaivén continúa. Es difícil no reírse cuando sabemos que todos estamos encaminados de la misma manera, pero solo algunos encuentran la puerta que los lleva allí, donde cada uno tiene que estar.

Sunday 8 August 2010


-¿Tenés un minuto? Necesito hablar con vos…

-Sí, pero que sea rápido, no me gusta hablar.

-Entonces sólo escuchá. Se me antoja que algún día de estos salgamos a gritar eufóricamente debajo de la lluvia, y corramos sin parar hasta llegar a ningún lugar y que todo nos parezca ensoñación. Necesito dejar esta máscara que me esconde en la niebla, necesito sacar ese yo-interior y liberarme como si no tuviese un pasado que me ata y me arrastra por todos lados a su gusto. Somos como marionetas y estamos determinadas por esta obra que nos tocó actuar, pero ya no más. Necesito ser yo, y punto, no hay nada más que decir. Es como si de un día para el otro me hubiesen mostrado el polvo que se juntó en el aura de mi personalidad y me hubiesen reclamado que limpiara un poco ese desastre. Yo lo quiero limpiar, y a fondo, ¿qué es esto de andar empolvada cuando se puede ser transparente? ¿Vos qué decís? ¿Venís o te quedás?

-Qué querés que te diga, yo estoy cómoda así. Nadie me cuestiona, nadie me molesta, yo hago la mía. Vos andá, corré y gritá, hacé lo que quieras. Al fin y al cabo, la sociedad condena y más vale ser una marioneta que un alma desencajada.

-Pero, ¿cómo podés decir tantas estupideces juntas, me explicás? Yo no me conformo, yo no me conformo. Si quieren tener mi alma, que se arrastren por el piso hasta cansarse… a mí nadie me viene a opacar así. Ya voy a correr y a gritar y ya vas a ver qué tan bien se siente. Vos estas de la cabeza, querida, y de eso nadie te arregla.

-¿Terminaste? Por que me tengo ir, y ya te dije que no me gusta hablar. No entiendo por qué insistís en comunicarte, si al fin y al cabo lo único que hacemos es intercambiar significantes carentes de significado; sonidos sin sentido. La oración, ¡JA!, qué chiste, eso ya no existe en este mundo atolondrado. Me voy.

-Andá tranquila y acordate, esta es la última vez que me vas a ver así. Este fantasma que soy cumplió su ciclo, mañana ya seré yo misma; hoy soy mi máscara. Todos somos máscaras y vos no querés abandonar la tuya.

Sunday 4 July 2010

¿Quiénes somos?

¿Quiénes somos? A veces me gustaría poder entender esto. ¿Qué hacemos acá? No, no estoy en modo existencialista, pero ¿nunca se preguntaron el porqué de todo? A mi me invade la ignorancia a cada esquina de la vida, yo no la elijo, ella me elige a mí. Y no es que no pueda vivir sin esta respuesta… simplemente tengo la curiosidad de querer responderla. ¿Sentiré satisfacción después de tocar fondo? Quien sabe. Sin embargo, sé que no. El conocimiento nos hace gratos, pero cuando uno excede el límite de lo que su mente le proporciona, entonces entra en un delirio constante de grandeza que solo lo conduce a la perdición. Ni la ignorancia pura ni el conocimiento absoluto hacen feliz, aunque siempre estemos sedientos de él y siempre queramos más. Te invito a abrir los ojos conmigo, a sentir como todo el universo gira desconsoladamente y como nosotros somos un punto efímero en el apocalipsis de la vida. ¿Lo podes sentir? ¿Sentís como corre el agua, como el viento revolotea, como el pasto se acomoda a su paso, como el sol brilla y se apaga, como la luna desborda la noche? ¿Sentís que hay algo más? Algo como qué te preguntarás. Y yo te digo: algo que es como un soplo de vida, algo que se plasma como esencia, algo que nos toca en la parte más íntima del alma y le susurra suavemente… entonces la mirada se ofusca, la negrura trastorna la visión y, cuando por fin la luz siembra su cosecha en nuestros ojos, ya no entendemos nada. Esa visión clara se vuelve opaca y no importa en dónde estés, qué estés haciendo en aquél momento o quién seas, de repente todo se convierte en un nuevo comienzo, en un estar solo en el mundo y querer aprender a gatear y no encontrar la forma. ¿Sentías que eras feliz y ahora el vacío aparente te asfixia por dentro? Eso es sentir que hay algo más. Y el vacío es solo una manera en la que se manifiesta, porque en realidad no es un vacío sino que es una abundancia. Tu alma se está preparando para poder abarcar cosa tan infinita como aquélla, pero tu cuerpo carnal le prohíbe purificarse y entonces el vacío se resquebraja en tu interior. Y mi pregunta es, entonces, ¿alguna vez llegaremos a poder abrazar ardorosamente aquel elixir vital? ¿Alguna vez entenderemos quiénes somos y qué hacemos acá? ¿Se tenderá el puente para dejarnos pasar o viviremos mirando el otro lado sin saber cómo hacer para llegar?

Monday 28 June 2010

El puente de la vida


Era un puente que se movía constantemente. A veces no sabía si caminar o quedarse quieta. Siempre tuvo miedo. Miedo a caerse, miedo a no encontrar el lugar exacto en donde pisar, miedo a equivocarse y que de ello dependiese su vida. Estaba en un puente y el otro lado estaba lejos, ¿cómo haría para llegar? Quizás si volviese, si mirara hacia atrás… no, no, esa no era la respuesta. No podía volver, no quería volver. Sus primeros pasos en el puente fueron difíciles, pero aquél había sido el desafío: atreverse. El puente la llevaría a otro lado, a olvidarse de los dolores que la traían cansada y lastimada… el puente se presentaba como una respuesta, como un respiro. El puente significaba crecer, crecer desde las adversidades. Por eso, cuando el aire estuvo más negro que nunca y la lluvia se atropellaba por llegar a su pequeña guarida, ella se largó a caminar, de un impulso, y dio sus primeros pasos hacia lo desconocido, transitando el puente inestable. Dudó y mucho. ¿Quería alejarse de todas las cosas que la ataban a este lado? ¿Era lo suficientemente fuerte como para no sucumbir? Quizá no fue un impulso la que la empujó, quizá fue la fuerza del destino la que hizo que ella se animara a cruzar. El destino y sus cuerdas, el gran enigma que el ser humano jamás será capaz de resolver.
De a poco, con pasos trémulos, vacío por todos lados, pavor en la médula. Con cada paso que daba más se alejaba de aquél mundo que tanto conocía y más se acercaba a lo misterioso, a lo desconocido. Nunca le gustó no tener dónde pisar firme, siempre le dio miedo, porque siempre tuvo miedo. Vivía abrazando al miedo como si fuera su tesoro más preciado. Ella y su miedo, su miedo y ella. En el lado de acá, antes de cruzar el puente, ella estaba orgullosa de poseerlo y se regocijaba en la protección que este sentimiento oscuro le proveía. Y este puente, este puente la desarticulaba. Cada día sentía como su burbuja de seguridad-miedo se iba esfumando hasta dejarla sola, frente a la vida. Y el pánico se escabulló dentro de su mente. Se paralizó. Se quedó en el suelo a manera de bolita, llorando un océano de arrepentimientos. No podía, no podía, no podía… hasta que sintió un golpe en el pecho, un gran golpe que la hizo ver por primera vez. Ahora recordaba: cuando niña su espíritu era revolucionario, desafiante, inquieto, siempre sediento de aventuras, pero los años le habían quitado la viveza y habían opacado su naturaleza. Entendió que era tiempo de revivir su verdadero yo, su ser más espiritual. Eso era el puente: desapegarse de las malas costumbres adquiridas debido al poder opresor de la sociedad, de todo aquello aberrante a su misma esencia. Ya entusiasmada y casi olvidando el abismo negro que la amenazaba desde abajo, se paró y se encaminó hacia el otro lado. ¿Qué había allí? Libertad. Libertad de todos los prejuicios que ella misma se había impuesto. Libertad. Rebeldía. Pureza. Un puente y mil posibilidades. Sin mirar atrás, sin detenerse, sin titubear, corrió. Se detuvo solo ante el gran portón que prohibía el paso hacia el otro lado. Estaba cerrado y ella no tenía la llave. Pero al alzar los ojos buscando una respuesta vio que el portón tenía una inscripción en la parte superior, la cual rezaba: “el corazón manda, el resto es ambición.”

Sunday 20 June 2010

Y así se nos va la vida

Acecha el silencio

Sin más que decir
que el silencio.
Todo se perdió
en esta distancia
que nos une.
Habrá un adiós,
habrá un perdón.
La risa acabará
de enloquecernos
y ya nadie sabrá
por qué fue.



Búsqueda

A mitad de camino
hay un sol que promete.
Dibuja su nombre,
el de él,
y escribe pasos zigzagueantes en la arena,
durmiendo el aire que una vez fue tuyo.
Es una búsqueda
a tiempos distintos,
con sueños rotos
y miedos alterados.
El sol se deja apagar
y crece en la llanura
la sombra del mar.



Tic-tac

Sentada, sin tiempo,
la hora se escapa,
los días se esconden,
los meses se funden.
La nieve congela las lágrimas,
y el corazón se opaca del frío.
Vacío en tu silla,
ausencia en el alma.
La espera transforma, destruye.
Ya no somos lo mismo,
somos secretos.

Friday 4 June 2010

Algún día llegarás

Cerca está el sol,
estaba llegando a él.
Mil noches escalé
sin fuerza en los brazos.
Anduve triste y errada,
pero supe encontrarlo allí,
tan lejos, tan lejos…
Suspiros de fuego
y lágrimas saladas,
aire que corrompe
y, luego, el alma más ansiada.

No te olvides,
no te olvides,
aún sigo escalando.

No intentes correr,
inútil es que quieras ocultarte,
sabes muy bien
que escapar es traición.
No llores, ni te arrepientas,
vuelve el pecho al destino,
el corazón manda,
el resto es ambición.

A escalar deberás aprender solo,
arriba te espero aunque no llegues.
El tiempo corre a tu lado
y te engaña,
tus sentidos conocen sin convicción,
ya nada parece real.
Difícil es el camino,
hartante es la dificultad,
quizá prefieras darte por vencido,
todo depende de tu lealtad.

Si no te desafías a ti mismo,
¿Crees que habrá sol detrás de la montaña?

Wednesday 5 May 2010

Love remains the same

No me canso de escuchar esta canción.

A thousand times I've seen you standing
Gravity like lunar landing
You make me wanna run till I find you
I shut the world away from here
Drift to you, you're all I hear
As everything we know fades to black

Half the time the world is ending
Truth is I am done pretending

I, never thought that I
Had anymore to give
You're pushing me so far
Here I am without you
Drink, to all that we have lost
Mistakes we have made
Everything will change
But,love remains the same

Find a place where we escape
Take you with me for a space
The city bus sounds just like a fridge
I walk the streets through seven bars
I have to find just where you are
The faces seem to blurr
They're all the same

Half the time the world is ending
Truth is I am done pretending

I, never thought that I
Had anymore to give
You're pushing me so far
Here I am without you
Drink, to all that we have lost
Mistakes we have made
Everything will change
But, love remains the same

So much more to say
So much to be done
Don't you trick me now
We shall overcome
So all that's left is praying

But we, should have had the sun
We could have been inside
Instead we're over here

Half the time the world is ending
Truth is I am done pretending
Too much time too long defending
You and I are done pretending

I, never thought that I
Had anymore to give
You're pushing me so far
Here I am without you
Drink, to all that we have lost
Mistakes we have made
Everything will change
Everything will change

I, oh I,
I wish this could last forever
I, oh I,
as if we could last forever

Love remains the same
Love remains the same


Gavin Rossdale
Album: Wanderlust (2008)

Saturday 20 February 2010

Sindrome de Peter Pan

Esto esta dedicado a Telu (jaja):

Vivir la vida, ¿cómo? Llega tan abruptamente, como un puñetazo en el estomago, como una luz que parpadea y luego se esfuma. Así llega y así se va. Sin que nos demos cuenta la vida nos recorre, nos vive, nos siente. La vida juega con nosotros, como si nosotros fuéramos muñequitos inanimados, desesperados por ser movidos por este sujeto Inamovible que es la vida. Pero todos somos distintos y saboreamos la vida de diferentes maneras: unos quieren correrla, ganar la maratón y sentir la victoria al final del día; otros quieren terminarla de una buena vez, como a un examen o una operación; otros quisieran que ésta nunca acabe, prefieren permanecer por siempre, como el agua, el aire, el fuego y la tierra. Cada uno con su enrollo, cada cual con su manía. Existe, sin embargo, una postura muy particular con respecto a este tema que es la vida. Es un síndrome extraño, aunque no imposible, y quienes lo padecen lo sienten con tanta euforia que los sacude violentamente, marcando una diferencia. Es el síndrome de Peter Pan.

Tuesday 16 February 2010

Ríe, que el tiempo es vida


Una noche, vos y yo, no hay nada. No te olvides, caminamos pecaminosamente. No reces a tu Dios, el no te va a escuchar. Todo esta en tu cabeza. Sos solo vos y ella. ¿Cuándo pensaste que podía entrar? No te apures, nadie te espera… tus pasos se desdibujan, como si caminaras a la orilla del mar y el agua te rozara constantemente, opacando tu pasado. Cerra los ojos, volvé a empezar. El colectivo sigue esperando, la terminal no queda lejos, animate. El tiempo corre, tendrás que ganarle. ¿Por qué lo hiciste? Miraste atrás, detuviste tu marcha. Yo me río de vos, y con cuantas ganas. El tiempo que te falta y las pocas horas que te quedan.

Thursday 4 February 2010

Navity


Pasando el tiempo al aire libre se vive la vida como una campaña de colores que surgen de la luz de tu mirada. Autenticas caricias que solía recibir de vos y que ahora me dejan tirada en el medio de la nada, abandonada, sin siquiera una respuesta a las preguntas más básicas. Como un terremoto que sacude la tierra y ya nada queda de nosotros, es todo tan repentino. Un fin que nos termina por decir la verdad. Vos y yo no estabamos preparados para esto, todo fue una ilusión, un relámpago del cielo que sucumbió con el aura de mi centro espiritual. Fue el fin de la tranquilidad y el comienzo del desgaste continuo. Se fue perdiendo el tiempo en la copa de champagne y me vi subsumida en una burbuja, flotando por el aire de primavera, oliendo a jazmines que eran de otra época, pero que acampaban en la cumbre del tiempo moderno. Y ahora todo sucedió y ya no hay más palabras que decir. El último punto fue colocado y las tildes se adueñaron del crucigrama del dolor. Y el que escribe la hoja, el que plasma la tinta sobre el papel, abandonó su trono de creador sin siquiera saber que eso significaría el fin de los aconteceres. Tu fin fue mi fin, como dos creaciones contingentes que pierden noción de su Todo infinito y se arremeten con furia contra la contingencia pura del amanecer desperdiciado. Tu camino se pierde lejos del mío y mis pies se detienen en el centro de la angosta callejuela para verte por última vez… ¡que andar tan corto y respingado que resultaste tener!

Sunday 6 December 2009

Stranger

Turn Around
Turn Around and fix your eye in my direction
So there is a connection
I can't speak
I can't make a sound to somehow capture your attention
I'm staring at perfection
Take a look at me so you can see
How beautiful you are


You call me a stranger
You say I'm a danger
But all these thoughts are leaving you tonight
I'm broke and abandoned
You are an angel
Making all my dreams come true tonight

I'm confident
But I can't pretend I wasn't terrified to meet you
I knew you could see right through me
I saw my life flash right before my very eyes
And I knew just what we'd turn into
I was hoping that you could see
Take a look at me so you can see

You call me a stranger

You say I'm a danger
But all these thoughts are leaving you tonight
I'm broke and abandoned
You are an angel
Making all my dreams come true tonight

You are an angel
Making all my dreams come true tonight

Take a look at me so you can see
How beautiful you are

Your beauty seems so far away
I'd have to write a thousand songs
To make you comprehend how beautiful you are

I know that I can't make you stay
But I would give my final breath
To make you understand how beautiful you are
Understand how beautiful you are

You call me a stranger
You say I'm a danger
But all these thoughts are leaving you tonight
I'm broke and abandoned
You are an angel
Making all my dreams come true tonight

You call me a stranger
You say I'm a danger
You call me a stranger


Secondhand Serenade

Sunday 22 November 2009

Escuchame Robertito

A veces me sorprende que todavía pensemos que podemos seguir siendo los mismos. La vida pasa y eso no es joda, che. ¿Vos qué creés? ¿Qué los días pasan para ser contados nomás? Pero mirá la sarta de boludeces que decís, escuchate un segundo Robertito. ¡Razona, carajo! Que la vida es una historia de cambios, que sin cambios no hay vida. ¡Las cosas que pueden pasar en un día! Incluso ahora suceden cosas que ni te imaginas pero que te están trastocando para que nunca más vuelvas a ser el de hace dos segundos. Sí, reíte Robertito… ¡Me cacho, che…! Acá a uno nunca se lo toman enserio. Yo no soy un vago descalabrado como ese Juancito que viene acá a chuparse unas birritas porque la mujer lo engaña con otro. Yo tengo una familia decente y un trabajo que me tiene como estoy… y bueno, uno hace lo que puede. A veces la vida te da un patadón y te deja como sapo de charco chico… ¿No te digo? Todo cambia… por eso, dejate de joder con eso de que estás más solo que un perro. Si de verdad tenés ganas de hacer algo por vos, ¡salí a buscarlo! Acá sentado en este barsucho de cuatro por tres no vas a encontrar ni a mamerta. Fijate, si vos ahora te decidís a cambiar, todo el universo se va a alinear para hacer posible tu metamorfosis. Escuchame que yo sé de lo que te hablo, como sí te fuera a embromar con cosa tan seria.
Una vez escuché que alguien decía que los segundos eran portadores de realidades extrapoladas en dimensiones diferentes y que cada segundo que pasaba era una apertura a una de esas realidades. Pero para poder percibir semejante sutileza hacía falta una mente completamente atenta y predispuesta al éxtasis… sí, algo así era. Desde que escuché eso me dí cuenta de lo ciego que era y ¡con razón el dicho que dice “no hay peor ciego que el que no quiere ver”! Por eso te digo, ¡abrí los ojos! Que acá sentado con cara de pelotudo inanimado, vas a terminar siendo el mismo inerte y maricón por los próximos veinte o treinta años… Sí, probablemente tus ideas van a cambiar, pero de la potencia al acto, ¿cuándo vas a pasar? Dejame que me ría de vos un rato, ¡joder! Que no entendés un carajo porque hace tiempo te olvidaste que en realidad nada de esto está sucediendo, que tu mente perversa se ríe de vos, como yo, y que este bar, vos y yo, somos sólo reclutas de la imaginación del Señor que está sentado en la mesa del fondo, escribiendo como una máquina enfurecida y escuchando a Benny Goodman tocar “Take the A train”.